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domingo, 30 de abril de 2017

Santiago del Estero es la provincia con mayor porcentaje de pensiones

La reacción se produjo después de que LA NACION revelara, sobre la base de datos oficiales, que en la Argentina se pagan 1.037.931 de estos subsidios, número equivalente al 6,9% de la población económicamente activa (PEA).
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. 
Consultada por este diario, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, prefirió no hacer comentarios. Desde su cartera indicaron -al enviar los datos- que hubo una revisión y que los trámites están avalados por los certificados firmados por un médico y una trabajadora social.
El diputado y jefe del interbloque de Cambiemos, el radical Mario Negri, prepara un pedido de informes a Desarrollo Social, cartera que otorga las pensiones no contributivas, para que "profundice" la información.
"Sin que signifique generar alarma a nadie -dijo Negri a este diario-, habrá que hacer una revisión del esquema para analizar compatibilidades y restricciones. Hace mucho tiempo se realizó y quedaron muchas afuera; puede ser positivo establecer parámetros nuevos. Las cifras revelarían que hubo un manejo discrecional."
Las pensiones de este tipo son incompatibles con el trabajo formal y, para acceder, el beneficiario debe demostrar el 76% o más de incapacidad laboral. Es alta la correlación entre el porcentaje de gente que recibe esta ayuda y la proporción de quienes, teniendo edad para trabajar, no lo hace ni busca empleo. El vínculo entre subsidios y retiro del mercado de trabajo está liderado por los distritos del NEA y el NOA.
El senador radical formoseño Luis Naidenoff Petcoff fue directo: "Se las usó desde el poder como una herramienta para suplir la incapacidad del Estado de generar condiciones para que hubiera empleo y oportunidades. Los ciudadanos no son responsables, muchos creyeron recibir una beca o una ayuda puntual y cuando tienen la chance de trabajar advierten que no lo pueden hacer. El Estado instrumentó un aparato de fraude".

Cambio de parámetros

En Formosa se pagan 42.252 pensiones no contributivas por invalidez, número que equivale al 10,06% de su cantidad total de habitantes. Para el legislador hay que revisar la construcción jurídica actual; es un "sistema muy complejo, pero hay que abordarlo sin hipocresías porque hay quienes ni saben lo que les otorgaron, como pasó en un gobierno populista, clientelar y policíaco como es el de (Gildo) Insfrán".
El diputado por la Coalición Cívica-ARI Fernando Sánchez está persuadido de que el sistema se envició y debe reverse para terminar con el fraude. "Las cifras hacen pensar que más que discrecionalidad hubo delito", dijo. Entiende que, al igual que se hizo en la Anses y el PAMI, hay que auditar en profundidad.
Sostiene -punto en el que coinciden los otros consultados por LA NACION- que deberían establecerse escalones de discapacidad para que hubiera compatibilidad con la reinserción laboral. Admite que el modelo debe ser estudiado y, por ejemplo, se podría fijar un máximo de ingreso para determinada incapacidad.
La legisladora por Confianza Pública y directora del PAMI en los primeros años del kirchnerismo Graciela Ocaña describe: "En algunas provincias más que en otras hubo uso clientelar; la pensión corresponde, pero con controles y transparencia. Debe revisarse lo actuado, porque no puede abusarse como se hizo con las jubilaciones de ama de casa".
Lamenta que mientras hay gente con discapacidad real que lleva años de trámites, otros se "abusen". Subraya que "la avivada de unos la pagamos todos porque ese dinero es de nuestros impuestos y significa que recibimos menos en educación, salud y seguridad".
Héctor Olivares, diputado nacional por La Rioja de Cambiemos, adelantó que pedirá informes sobre el sistema, con foco en el otorgamiento de los subsidios en el norte del país. En su provincia, el 4,65% la población total recibe el beneficio de 4000 pesos (13,6% de la PEA). "Hay visos de manejo clientelar", describió.
Varios referentes de distintas provincias consultados por LA NACION prefirieron hablar sin dar sus nombres, aportar datos sobre supuestas organizaciones de profesionales que firmaban certificados y cobraban por la intermediación, y señalar que, en localidades chicas, "en vez de nombrar gente, se le daba una pensión".

Alicia Kirchner había ordenado una auditoría

En 2012 el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Alicia Kirchner, ordenó un relevamiento de pensionados por invalidez para conocer "la situación de salud, educativa y de participación social y comunitaria" de los beneficiarios. Lo instrumentó a través de los Centros de Referencias (CDR) distribuidos en las provincias. Ese año, el director del Hospital Nivel I de Candelaria (Misiones) verificó que en al menos 300 expedientes falsificaron su firma para iniciar el pedido de asignación de beneficio.
Tras la auditoría, Desarrollo Social suspendió el acuerdo con el municipio, que permitía administrar el otorgamiento de pensiones y que desembocó en un escándalo: el entonces intendente, Carlos Flores, entregó pensiones a parientes y amigos.
Las primeras irregularidades fueron detectadas por diario El Territorio de Misiones. La más emblemática fue la de Cornelio Flores, que además de ser hermano del intendente era empleado municipal y figuraba como beneficiario con su familia.

Reacciones del arco político

Con críticas, los dirigentes pidieron revisar los casos
Mario Negri
Diputado radical, jefe del interbloque Cambiemos
"Sin que signifique generar alarma a nadie, habrá que hacer una revisión del esquema para analizar compatibilidades y restricciones"
Graciela Ocaña
Legisladora porteña por Confianza Pública
"La avivada de unos la pagamos todos, porque ese dinero es de nuestros impuestos y significa que recibimos menos en educación, salud y seguridad"
Fernando Sánchez
Diputado CC-ARI
"Hay que revisar. Las cifras hacen pensar que más que discrecionalidad hubo delito. Debería haber, incluso, compatibilidad con la posibilidad de trabajar"
Luis Naidenoff
Senador nacional UCR
"Hay que hacer un sinceramiento sin hipocresía; el Estado nacional debe ser consciente de que mucha gente fue engañada. Hay responsabilidad política"

La UCR no va a permitir el atropello institucional por parte del gobierno de los Zamora

A través de un comunicado publicado en su web oficial y en las redes sociales, el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical repudió las maniobras del zamorismo para impedir que la oposición designe un representante en el Tribunal de Cuentas, principal órgano de control de los recursos públicos. Asimismo, las autoridades nacionales de la UCR manifestaron su apoyo al amparo presentado ante la Corte Suprema por representantes santiagueños.
“Atropello institucional en Santiago del Estero
Recibimos en el Comité Nacional a representantes radicales santiagueños que presentaron un amparo con medida cautelar ante la Corte de Suprema de Justicia de la Nación por la violación del derecho que tienen las minorías parlamentarias de integrar los órganos de control público.
El partido gobernante en la provincia designó para el Tribunal de Cuentas de la provincia, principal órgano de contralor de las cuentas públicas de todos los santiagueños, a un diputado del mismo partido, en una violación flagrante a la Constitución Provincial y Nacional.
Nuestro partido no va a permitir este avasallamiento a las obligaciones constitucionales. El voto popular nos encomendó el control del gobierno provincial, desde la oposición. El radicalismo de Santiago del Estero cumplirá su deber”.

EL GOBIERNO ZAMORISTA DE SANTIAGO DEL ESTERO COMENZÓ A MUTAR POLÍTICAMENTE YA UTILIZAN LOS COLORES AMARILLO DEL "PRO"

En el acto de conmemoración de la Declaración de la Autonomía Provincial donde la Gobernadora CLAUDIA LEDESMA ABDALA DE ZAMORA realizo la apertura de las Sesiones en la Camara de Diputado Provincial, el dia 27 de abril del año en curso; el zamorismo movió a sus dirigentes y simpatizantes rentados, para que se congregaran en las inmediaciones del edificio de la Legislatura Provincial.

Desde muy temprano comenzó el acarreo de gente en vehículos oficiales y colectivos de distintas empresas que habían contratado, lo llamativo del acto fue que se hicieron presente un grupo importante de personas luciendo remeras de color "amarillas" al mejor estilo del "Pro", esto no fue casual, ni mucho menos espontaneo, sino lleva un mensaje muy claro,el "camaleón Y/O travestí político esta por cambiar de color " para poder sobrevivir con poder e impunidad en sus actos de corrupción, robo y crímenes que lo involucran, ya que hoy se encuentra totalmente huérfano, luego de que fue derrotado el kirchnnerismo en el 2.015.

Es así que el líder del Frente Cívico por Santiago GERARDO ZAMORA sabe que luego de las elecciones de octubre del año en curso, habrá un cambio rotundo en las relaciones del Gobierno Nacional y el futuro gobernador provincial, que si no se alinea terminara como la provincia de Santa Cruz,Santiago del Estero, teniendo en cuenta que tiene el mayor nivel de pobreza en el país el 44 % y el mayor indice de Pensiones por Invalidez de la Población Económica Activa, un 35 %,donde la Justicia no es Independiente, la Camara de Diputado es una escribania del Poder Ejecutivo, etc.

Como se pudo apreciar en el ultimo acto publico, la Gobernadora CLAUDIA LEDESMA ABDALA DE ZAMORA y su esposo el Senador Nacional GERARDO ZAMORA, no solo exhibieron al grupo de remeras amarillas, sino que también posaron con ellos, para que no pase desapercibido ante los medios.

LO SABRA ZAMORA? Mauricio Macri anuncia un nuevo decreto no mas fueros para funcionarios y legisladores

El presidente de la nación, Mauricio Macri, anunció la propuesta de la diputada del Parlasur por la Coalición Cívica, Mariana Zuvic, para eliminar los fueros de ministros, funcionarios y legisladores.
Muchos funcionarios del Kirchnerismo ha tomado la decisión de ingresar al Parlasur para protegerse, con los fueros, y así evitar posibles investigaciones por casos de corrupción.
De acuerdo a la Corte Suprema de Justicia de ahora en más, los diputados del Parlasur ya no tendrán fueros, así lo confirmó mediante un fallo que deja en claro que los legisladores del organismo internacional pueden ser detenidos si la justicia decide investigarlos por un delito.
Es por ello que la medida afecta a José López (ex secretario de Obras Públicas de Julio De Vido) y a Milagro Sala (líder de Tupac Amarú). Ambos eran parte del Parlasur y ahora están en prisión, siendo investigados por la justicia. El Parlasur ya no servirá como ‘escudo’ para funcionarios que están involucrados en casos de corrupción, ya no habrá fueros.
Además, se está estudiando aplicar esto a todos los legisladores de la nación que estén involucrados en casos de corrupción sean del partido que sean.

jueves, 27 de abril de 2017

SE TERMINARAN LAS PENSIONES POR INCAPACIDAD Y/O NO CONTRIBUTIVAS TRUCHAS

En una publicación del dia de ayer en el diario La Nación, se daba a conocer el recorte de las "Pensiones no Contributivas", que las conocemos como "Pensiones por Incapacidad".

El gran déficit fiscal que afronta el Gobierno Nacional,y el peligro de que ANSES quiebre, los obliga a auditar y controlar a los beneficiarios de las "Pensiones por Invalidez", establecidas en la Ley Nacional N°18.910 y Decreto Reglamento N° 432/97, en razón que son 1.485.804 pensionados, incluyendo a ello las Pensiona de Madre de 7 hijos, un gasto mensual de $ 10.889 millones, que es cubierto este gasto con fondos de ANSES o se de los aportes que realizan los trabajadores activos, lo que afecta a los jubilados por que evita que tengan hoy un mejor haber mensual.

Un grupo de Diputados y Senadores Nacionales le exigen al Gobierno de MAURICIO MACRI revisar íntegramente las pensiones por invalidez, por que consideran que muchas son "truchas".

En la Provincia de Santiago del Estero, da que hablar en este tema, ya de la Población Económica  Activa que es de 18 a 60 años de edad, Nuestra provincia ocupa el "Primer Lugar", con un 35 %, por sobre Formosa con el 31,96 % y Chaco con un 30,7 %, o sea que es la "Provincia con mayor Personas Incapacitadas", hagamos de cuenta que hubo una guerra, y dentro de este parámetro provincial la Ciudad y el Departamento Loreto ocupa el Primer lugar con mayor cantidad de Pensiones por Invalidez, seguido por la localidad de Nueva Francia en el Departamento Silipica y Figueroa.

Debemos saber que las Pensiones no Contributivas, ya sea por Incapacidad o Madre de 7 hijos, solo podrán ser beneficiarias aquellas personas que se encuentran dentro de la vulnerabilidad social, o sea sin aparo y que no tengan parientes, hijos , esposo o esposa que le proporcionen alimento,si algunos de los miembros familiares trabaja o Tiene un Empleado Publico o Contrato de Locacion, no le corresponde gozar de este beneficio.

En la Ciudad de Loreto tenemos Empresarios, esposas de Empleados Públicos y de Jubilados, personas con Contrato de locación que ilegalmente perciben tal pensiones, una ESTAFA o DEFRAUDACIÓN al Estado Nacional. Hay que recordar que hubo punteros políticos del gobierno de turno, que falsificaron Declaraciones Juradas para logar obtener las pensiones por invalidez, incluso existe una causa penal sobre este tema en el Juzgado Federal de Santiago del Estero y que fue publico, producto de la denuncia de la Directora del Hospital de Loreto; en dependencias de la Unidad Regional N° 5-Loreto, una dama de Base Peronista tenia una oficina donde realizaba las Declaraciones Juradas de desvinculación conyugal o matrimonial "trucha", en muchos casos hacían de testigos policías.

martes, 25 de abril de 2017

En la era Zamorista en nuestra Provincia no se respetan las instituciones

Por: Jaime Diaz
Creo que todos los correligionarios sentados en esta mesa saben quiénes nos gobiernan en Santiago del Estero, estos 12 años fueron lo suficientes para eleven al 44,4% la pobreza y al 8,8% de la población en la indigencia solamente en la ciudad capital colocándonos primeros,en relación al resto de las provincias Argentinas, en cantidad de pobres.
 
Santiago tiene un gobierno que constantemente viola la Constitución Provincial recientemente se nos negó nombrar nuestro representante en el tribunal de cuentas de la provincia tal como lo específica el artículo 171 de la CP, los Santiagueños no podemos sentirnos orgullosos del sistema judicial: opositores al feudo somos citados con raras intenciones a comparecer ante NO justos fiscales, ANTE UNA MISMA JUSTICIA que aún no puede darle respuesta a familiares de Raúl Domínguez, tino Farias, Leonardo Gallo, ni ante la reciente violación, descuartizamiento y arrojamiento en bolsas de residuos como lo hicieron con el niño de 11 años Marito Salto

En Santiago sigue aún vivo el espíritu del kirchnerismo donde las debilidades institucionales son muy preocupantes, donde la gente no tiene garantizada abrir una canilla y tomar agua, donde pocos tienen gas, asfalto y cloacas, donde mucha gente vive en casas de nylon que según los funcionarios oficiales "viven así por que quieren o les gusta".

El gobierno de la familia Zamora quiere un estado moderno y claro y para ello toma las siguientes medidas: NO DEJAR ASUMIR EN EL TRIBUNAL DE CUENTAS AL REPRESENTANTE DE LA MINORÍA, ENVIAR A  ARCHIVO EL PROYECTO DEL BLOQUE UCR-LIBRES DEL SUR SOBRE "ACCESO A LA INFORMACIÓN PUBLICA", VIOLAR LA CONSTITUCIÓN CONSTANTEMENTE, HOSTIGAR A QUIENES PIENSAN DISTINTO Y SI ESTO FUERA POCO MANTENER UN SISTEMA "FAMILIA" DE JUSTICIA. Raros conceptos DE "ESTADO CLARO Y MODERNO" de un gobierno descompuesto.

Nuestra provincia acompaña a cambiemos, fuimos, somos y seremos garantes de la gobernabilidad y el respeto, nosotros los radicales somos garantes de mantener la lucha y las buenas convivencia con nuestros hnos del pro. También pedimos apoyo contundente del gobierno Nacional en este camino para conformar una nueva mayoría Provincial de mano al presidente Mauricio Macri".

Gerardo Zamora sin identidad politica 
El senador fue exonerado del Partido Radical, y el Comité Provincia Intervenido, es un usurpador. Mientras tanto,Gerardo cantando la marcha peronista. Dicen que la canta muy bien.
 

domingo, 23 de abril de 2017

Una sintesis de la historia de los Zamora en Nuestra Provincia

¿Cómo es la vida política en Santiago del Estero? ¿Cuáles son las características del zamorismo, régimen que domina esta provincia por completo?enumeramos las profundas deficiencias político-institucionales que marcan a Santiago y reflexiona en torno a los devastadores efectos del monopolio del poder.

Éste es año electoral en Santiago del Estero, lo que significa una buena oportunidad para discutir el régimen que lo gobierna desde 2005 y que probablemente lo siga haciendo hasta el año 2021 y mas alternando con su mujer como lo hizo Juarez: el liderado por Gerardo Zamora, que es quien dirigió, en su persona o en la de su esposa, los destinos de la provincia en todo este período. Santiago es tal vez un caso paradigmático de la imposibilidad de aplicar categorías preconcebidas a una estructura política y a su lógica partidaria, apareciendo por lo general caracterizada y hasta caricaturizada como una provincia feudal, caudillista o paternalista, contemporáneamente simbolizada en sus matrimonios gobernantes: “los Juárez” y “los Zamora”.
Aquí vamos a encontrar que los principios republicanos brillan en su Constitución pero están completamente ausentes en sus instituciones, donde la censura es flagrante, los poderes jamás de contrapesan y, en los hechos, el monolítico gobierno provincial, como único motor de la economía a través de la distribución de fondos nacionales, se ha convertido, ante que nada, en un poder elector y reelector de sí mismo.

Las raíces del autoritarismo

Desde el retorno de la democracia en Santiago del Estero los vaivenes políticos fueron muchos, pero se pueden trazar tres períodos en la historia reciente, delimitados por dos intervenciones federales. La primera etapa, que comienza en 1983, está representada por los gobiernos de Carlos Juárez, Cesar Iturre y Carlos Mujica; período marcado por internas en el Partido Justicialista que, sumadas a una crisis económica, desembocaron en la violenta rebelión popular de 1993 y la intervención federal a cargo del gobierno del Presidente Carlos Menem. El segundo período comienza en 1995 e implicó el retorno del juarismo con los gobiernos de Juárez, Carlos Díaz y de Mercedes Aragonés de Juárez. Fue un caso policial que derivó en un escándalo político, lo que precipitó una nueva intervención federal en 2004, esta vez decidida por el entonces Presidente Néstor Kirchner. Por último, el tercer período está representado por los gobiernos del Frente Cívico: Gerardo Zamora entre 2005 y 2013 y su esposa Claudia Ledesma desde 2013 hasta la actualidad.


Si sumamos los golpes militares a las intervenciones federales hechas por gobiernos constitucionales, Santiago del Estero es la provincia con más interrupciones institucionales y políticas en la historia nacional. La falta de competitividad de la oposición frente a un oficialismo omnipotente junto a la falta de prácticas democráticas arraigadas en la región llevó a que la únicas formas de alternancia en el poder que los santiagueños conocimos en las últimas décadas se produjeron cuando el gobierno de turno era removido por una intervención de la nación. De un modo singular y escasamente democrático en 1993 y 2004 las intervenciones sirvieron para solucionar conflictos de poder que la clase política y el sistema institucional local no podían. Así se encaminó en 1993 un conflicto interno del PJ entre “juaristas” e “iturristas” y en 2004 se puso fin a un gobierno inmovilizado e incapaz de reaccionar ante una situación policial que involucraba a algunos de sus miembros. La participación popular en todo este tiempo estuvo simbólicamente presente precisamente en los dos puntos de inflexión de las crisis políticas. El “santiagueñazo” de diciembre de 1993 rompió con la imagen folclórica de la mansedumbre del habitante de estas tierras, cuando el incumplimiento salarial y la sanción de leyes de achicamiento del estado (“ley ómnibus”) desembocaron en movilizaciones violentas que terminaron en el incendio de las sedes de los tres poderes y de los domicilios de varios dirigentes políticos y aceleraron el desembarco de las autoridades nacionales. En 2003, el doble crimen de “La Dársena” movilizó a los ciudadanos en marchas del silencio semanales cada vez más numerosas frente a los ojos de un gobierno en descomposición incapaz de reaccionar ante la opinión pública local y nacional.
El sistema político provincial se ha mostrado estos años como una institución incapaz de enfrentar las crisis a través de los carriles republicanos y pasible de quebrarse en el proceso. Además de las interrupciones una causa profunda de la pobreza institucional es el lábil ordenamiento jurídico que se adapta a los requerimientos del gobierno de turno: así Santiago reformó su Constitución una notable cantidad de veces (en 1986, 1997, 2002 y 2005). El régimen electoral, por su parte, en estas décadas nos muestra sobrados ejemplos de cómo se puede manipular la normativa para favorecer a la clase gobernante. La improvisada “ley de lemas” de 1991 se sancionó un mes antes de la fecha de los comicios, e impidió que el candidato más votado (el radical José Zavalía) accediera a la gobernación habiendo obtenido 133 mil votos contra los 84 mil del segundo. La ley sirvió para zanjar artificialmente una interna peronista y proclamar como primer mandatario a Carlos Mujica. En la reforma constitucional de 1997, el juarismo, además de implementar la reelección, creó un sistema por el cual, más de la mitad de los diputados provinciales se elegían por “circunscripciones”, las que consistían en el agrupamiento arbitrario de departamentos en que el oficialismo era fuerte electoralmente con otros en los que era débil. En esa elección el oficialismo se aseguró los dos tercios del parlamento.
La Constitución de 2005 eliminó la ley de lemas y las circunscripciones, pero el sistema electoral rápidamente se deformó con la implementación de un sistema de “colectoras”, por el cual varias listas legislativas tenían un sólo candidato a gobernador (Zamora), práctica por la cual el oficialismo distribuía sus bancas en la Cámara, asegurando por ejemplo en 2009 el primer, segundo, tercer y cuarto lugar en las elecciones parlamentarias (Frente Cívico, Frente Compromiso Social, Corriente Renovadora y Frente Justicialista para la Victoria). Así se dio el fenómeno por el cual las “minorías” parlamentarias estaban constituidas por representantes del propio oficialismo. En la Provincia de Tucumán ocurre exactamente lo mismo con los famosos “acoples” que saltaron a la opinión pública nacional en los cuestionadísimos comicios que coronaron a Juan Manzur como gobernador de esa provincia en 2015.
Entre las múltiples explicaciones posibles de la raíz del autoritarismo enquistado en las prácticas políticas en Santiago del Estero seguramente aparecerá el culto al liderazgo carismático fundado en una sociedad paternalista, pero sobresale aún más la estructura económica centralizada en el aparato estatal como el principal elemento reproductor de las lógicas autoritarias. En las últimas décadas, aparecen asociaciones muy eficientes entre el poder político vertical y el poder económico, en una simbiosis casi perfecta. La provincia tiene como principal ingreso las partidas que recibe de la Nación y prácticamente reduce su actividad a administrar esos fondos (Santiago es la provincia con el menor producto bruto del país).
El Estado concentra así la mayor parte de la población económicamente activa, con centenas de miles de personas que dependen exclusivamente de la provincia (bajo la forma del empleo público, planes sociales, contratos de locación de servicios, subsidios discrecionales, etcétera). El poder económico, por su parte, está representado por un puñado de empresarios que se reservan los principales rubros del sector privado (construcción, servicios financieros, energía, seguros, hotelería, casinos, medios de comunicación, etcétera) y capitalizan los recursos asignados discrecionalmente por el Estado, los que retornan – entre otras formas – con aportes proselitistas que incluyen dinero, parque automotor y logística para el oficialismo en todas las elecciones. De esta forma, los ilimitados fondos con que cuenta el oficialismo para “hacer política” construyen el escenario ideal para mantener un aparato clientelar que las gestiones del zamorismo procuraron acrecentar de la mano del aumento de partidas nacionales, apuntalando aún más el régimen.

El régimen se profundiza

En la etapa que comienza con el primer gobierno de Gerardo Zamora en 2005, la estructura autoritaria y vertical ha crecido incluso a niveles inéditos. Zamora, radical devenido kirchnerista, eliminó el sistema binario que mantuvo el juarismo entre peronismo-radicalismo, en el cual se reservaba el gobierno provincial para los primeros y algunos municipios para los segundos, y erigió un espacio capaz de absorber a cualquier facción política con intenciones de ocupar espacios de poder.
A la permanente limitación de los derechos políticos, a través de forzadas reformas electorales e institucionales, se le suman la censura a la prensa y el ataque a la libertad de expresión. El control absoluto sobre los medios de comunicación hizo que desaparecieran de aquellos las secciones políticas o de discusión y que se bloqueara el acceso a los medios a los dirigentes opositores, reservándose gran parte del aparato mediático para la propaganda de los actos de gobierno. Los medios se concentran en sectores cercanos al gobiernos, como el Grupo Ick (El Liberal, Canal 7, Diario Panorama, Canal 14, TIC) y el Grupo Cantos (Nuevo Diario, LV11, Revista Cambio), secundados por los medios dependientes de Cable Express. Las voces opositoras, por el contrario, aparecen esporádicamente en publicaciones voluntaristas, representadas mayormente por sitios de internet (Visión Santiago, Última Hora, Código Rojo, Escrachalos, entre otros), pero siempre con limitados recursos y sujetos a permanentes ataques desde el aparato oficial, lo que hace difícil que se sostengan en el tiempo. Ocasionalmente aparecen coberturas de medios nacionales sobre noticias con la suficiente entidad para llamar la atención del país.
Más allá de los límites a la libertad de prensa, las manifestaciones populares fueron reprimidas por el gobierno con una violencia excesiva. Una protesta policial en 2006 terminó en un acuartelamiento y la aparición de grupos de choque oficialistas con la orden de incendiar la Jefatura. Ante los reclamos salariales de médicos del sistema público, en 2010, la guardia de infantería militarizó el Hospital Regional para controlar a los manifestantes. En 2016 reclamos de docentes de toda la provincia fueron reprimidos duramente y los dirigentes perseguidos policialmente. Además el gobierno desplegó las fuerzas de seguridad a lo largo y ancho de la provincia para evitar que los manifestantes llegaran al centro de la Capital.
En un esquema político como éste, los pesos y contrapesos republicanos entre los poderes del estado no pueden sino estar desbalanceados. En la Cámara de Diputados el oficialismo posee un bloque de 34 de los 40 legisladores, con un diseño constitucional y electoral que garantiza al ejecutivo la mayoría del cuerpo y donde los pocos diputados opositores están muy limitados en sus funciones.
El Poder Judicial reacciona inmediatamente ante los requerimientos del poder político. Así sucedió con los linchamientos político-mediáticos de Julio Alegre, el díscolo socio político de Zamora procesado en cinematográficos hechos de corrupción; la condena de Chabay Ruiz, uno de los últimos opositores con poder dentro de la provincia; el encarcelamiento de médicos por homicidio culposo durante las huelgas por mejoras salariales; la detención del periodista Juan Pablo Suárez por subir a las redes un video de los abusos policiales acusándolo de sedición y aplicándole la “ley antiterrorista”; el encubrimiento de casos como el salvaje asesinato del niño Marito Salto cuando comenzaron a aparecer involucrados dirigentes políticos, agentes de la policía y vínculos con el narcotráfico; entre muchos otros ejemplos.
Pero también los tribunales se mostraron útiles para manipular el texto de la Constitución provincial según la conveniencia del “hombre fuerte”. El caso más extremo se dio cuando un Juzgado Civil y Comercial habilitó a Zamora a perseguir un tercer mandato consecutivo aunque la carta magna prohibía expresamente esta posibilidad. La decisión judicial fue automáticamente confirmada por la Cámara de Apelaciones y por el Superior Tribunal de Justicia provincial. Prosperó hasta que la Corte Suprema de la Nación la frenó a tiempo en un fallo aleccionador. El golpe que sufrió la imagen de Gerardo Zamora a nivel nacional en ese momento fue tan grande que todo el aparato propagandístico tuvo que reaccionar para mostrar la fortaleza del gobernador. Lo hizo a través de solicitadas y noticias de apoyo, que incluían a gremios, comisiones directivas de clubes deportivos, e incluso a la Universidad Nacional.

Una política de obras

Ahora bien, así como el zamorismo fue exitoso en crear un aparato político que se muestra sin fisuras, también fue bendecido con cierta buena fortuna al gobernar en momentos históricos en que los fondos de la Nación eran cuantiosos. De esta forma el Frente Cívico construyó un discurso político basado casi exclusivamente en la obra pública. Las construcciones faraónicas en una de las zonas más pobres del país serán los grandes hitos que marquen estas gestiones, como el Autódromo de Termas de Río Hondo, el Aeropuerto en esa misma ciudad, las suntuosas torres inteligentes del complejo Juan Felipe Ibarra, el Tren al Desarrollo (que pareciera un remedo patético del “Monorriel” de Los Simpsons), el Centro de convenciones Forum, etcétera. Casi todas estas obras fueron impugnadas por serias denuncias de sobreprecios.
Pero, a pesar de los importantes recursos federales que recibe Santiago del Estero – muy favorecida con relación a otras provincias-, los pocos datos confiables arrojan resultados muy pobres en los principales indicadores sociales, manteniéndola entre las peores del país, siempre por debajo de la media nacional. Esta provincia tiene a la mitad de su población bajo la línea de pobreza (50,2% según el IPYPP y 51,1% según Evaluecon en 2014), descartando la última medición del INDEC kirchnerista que en 2013 daba la insólita cifra de 4,8% en mediciones manipuladas, o la increíble declaración de Gerardo Zamora que ese mismo año afirmó que no había más pobreza en Santiago que en la Ciudad de Buenos Aires (La Nación, 2/12/2013).
En 2010, según el Censo Nacional, el 24,8% de la población no tenía acceso al servicio de agua y más del 80% de los habitantes no tenía cloacas. La remuneración promedio de trabajadores formales del sector privado en Santiago es la más baja a nivel nacional, y el ingreso per cápita es el tercero más bajo. La provincia tiene el salario docente más bajo de Argentina (a septiembre de 2015), así como también es la que menos presupuesto invierte en educación, el 24,3% (CGECSE del Ministerio de Educación de la Nación, 2014).
Ésta es la provincia que menos invierte en primera infancia: $3.431 por niño (UNICEF, 2010), lo que se relaciona con elevados índices de mortalidad infantil, con un 11,5 cada mil niños nacidos, por encima del promedio nacional del 10,8 (UNICEF, 2013). Un indicador que nos permite medir el grado de vulnerabilidad de la población es el de la cantidad de personas cubiertas por la Asignación Universal por Hijo (AUH), que ubica a Santiago del Estero en el segundo lugar a nivel nacional: el 49,8% de los niños reciben la AUH.
Por más que el Frente Cívico y sus asociados reprodujeron algunos de los discursos basados en derechos y de “empoderamiento” que venían de la Nación, la realidad mostró que iban en sentido contrario. El estado obtiene en la provincia su consenso sobre la base de su rol activo en la prestación de servicios en términos de clientelismo o paternalismo (“de arriba hacia abajo”), antes que en términos de ciudadanía, derechos y obligaciones. Es entonces que la generosidad del líder debe agradecerse con pleitesía. Se dan así contradicciones por las cuales, a la vez, que se hacen millonarios gastos en construcciones de edificios destinados a la salud y educación, se hacen oídos sordos y se reprimen los reclamos de los propios actores en estas áreas. Es así que en el amplio espectro de acceso a derechos y libertades básicas el estado provincial se mostró profundamente conservador y antidemocrático, además de ineficiente en la administración de los recursos.

¿Existe el cambio?

El zamorismo perfeccionó el régimen autoritario, conservador y deshonesto, haciéndolo aún más cerrado y verticalista. El origen de estos gobiernos –tan característicos no sólo en Santiago sino en todo el norte del país- está formalmente en el voto popular, pero ¿hasta qué punto podemos seguir sosteniendo que éste es un régimen democrático cuando las elecciones se convierten en un mero despliegue de fuerza de un omnímodo aparato estatal que avanza indecentemente sobre los derechos y libertades de los ciudadanos?
Hay múltiples razones por las que podemos considerar que el sistema democrático en la provincia y el voto popular en Santiago del Estero se encuentran viciados: la obligatoriedad impuesta a empleados públicos de asistir a actos proselitistas y la presión explícita de votar al oficialismo; los fondos ilimitados y sin control para las campañas electorales; los aportes de las empresas privadas que viven exclusivamente de la discrecionalidad de la asignación de recursos que retornan en épocas de campaña; el monopolio del uso de los medios de comunicación por parte del oficialismo; la creación por parte del gobierno de partidos alternativos al Frente Cívico para captar votos que de otro modo irían a la oposición (como el “Frente Popular” que en 2013 aseguró al oficialismo la tercera banca de senadores); el ejército de autos oficiales y para-oficiales que le garantiza al gobierno para los días de elecciones produciéndose un acarreo masivo de personas a votar; la existencia de lugares en la provincia donde sólo están disponibles boletas oficialistas; el infame reparto de bolsas con alimentos a cambio de votos en el día de los comicios; la utilización de recursos de la provincia para colocar carteles y afiches en cada rincón de Santiago tapando inmediatamente cualquier aviso opositor; el control total por parte del gobierno de la Justicia Federal con competencia electoral; el manejo de grupos de choques reclutados de barras bravas de clubes de fútbol; y así la lista continúa largamente.
Santiago no será una dictadura, pero al mismo tiempo está muy lejos de ser una verdadera democracia.

Una sintesis de la historia de los Zamora en Nuestra Provincia

¿Cómo es la vida política en Santiago del Estero? ¿Cuáles son las características del zamorismo, régimen que domina esta provincia por completo?enumeramos las profundas deficiencias político-institucionales que marcan a Santiago y reflexiona en torno a los devastadores efectos del monopolio del poder.

Éste es año electoral en Santiago del Estero, lo que significa una buena oportunidad para discutir el régimen que lo gobierna desde 2005 y que probablemente lo siga haciendo hasta el año 2021 y mas alternando con su mujer como lo hizo Juarez: el liderado por Gerardo Zamora, que es quien dirigió, en su persona o en la de su esposa, los destinos de la provincia en todo este período. Santiago es tal vez un caso paradigmático de la imposibilidad de aplicar categorías preconcebidas a una estructura política y a su lógica partidaria, apareciendo por lo general caracterizada y hasta caricaturizada como una provincia feudal, caudillista o paternalista, contemporáneamente simbolizada en sus matrimonios gobernantes: “los Juárez” y “los Zamora”.
Aquí vamos a encontrar que los principios republicanos brillan en su Constitución pero están completamente ausentes en sus instituciones, donde la censura es flagrante, los poderes jamás de contrapesan y, en los hechos, el monolítico gobierno provincial, como único motor de la economía a través de la distribución de fondos nacionales, se ha convertido, ante que nada, en un poder elector y reelector de sí mismo.

Las raíces del autoritarismo

Desde el retorno de la democracia en Santiago del Estero los vaivenes políticos fueron muchos, pero se pueden trazar tres períodos en la historia reciente, delimitados por dos intervenciones federales. La primera etapa, que comienza en 1983, está representada por los gobiernos de Carlos Juárez, Cesar Iturre y Carlos Mujica; período marcado por internas en el Partido Justicialista que, sumadas a una crisis económica, desembocaron en la violenta rebelión popular de 1993 y la intervención federal a cargo del gobierno del Presidente Carlos Menem. El segundo período comienza en 1995 e implicó el retorno del juarismo con los gobiernos de Juárez, Carlos Díaz y de Mercedes Aragonés de Juárez. Fue un caso policial que derivó en un escándalo político, lo que precipitó una nueva intervención federal en 2004, esta vez decidida por el entonces Presidente Néstor Kirchner. Por último, el tercer período está representado por los gobiernos del Frente Cívico: Gerardo Zamora entre 2005 y 2013 y su esposa Claudia Ledesma desde 2013 hasta la actualidad.

Si sumamos los golpes militares a las intervenciones federales hechas por gobiernos constitucionales, Santiago del Estero es la provincia con más interrupciones institucionales y políticas en la historia nacional. La falta de competitividad de la oposición frente a un oficialismo omnipotente junto a la falta de prácticas democráticas arraigadas en la región llevó a que la únicas formas de alternancia en el poder que los santiagueños conocimos en las últimas décadas se produjeron cuando el gobierno de turno era removido por una intervención de la nación. De un modo singular y escasamente democrático en 1993 y 2004 las intervenciones sirvieron para solucionar conflictos de poder que la clase política y el sistema institucional local no podían. Así se encaminó en 1993 un conflicto interno del PJ entre “juaristas” e “iturristas” y en 2004 se puso fin a un gobierno inmovilizado e incapaz de reaccionar ante una situación policial que involucraba a algunos de sus miembros. La participación popular en todo este tiempo estuvo simbólicamente presente precisamente en los dos puntos de inflexión de las crisis políticas. El “santiagueñazo” de diciembre de 1993 rompió con la imagen folclórica de la mansedumbre del habitante de estas tierras, cuando el incumplimiento salarial y la sanción de leyes de achicamiento del estado (“ley ómnibus”) desembocaron en movilizaciones violentas que terminaron en el incendio de las sedes de los tres poderes y de los domicilios de varios dirigentes políticos y aceleraron el desembarco de las autoridades nacionales. En 2003, el doble crimen de “La Dársena” movilizó a los ciudadanos en marchas del silencio semanales cada vez más numerosas frente a los ojos de un gobierno en descomposición incapaz de reaccionar ante la opinión pública local y nacional.
El sistema político provincial se ha mostrado estos años como una institución incapaz de enfrentar las crisis a través de los carriles republicanos y pasible de quebrarse en el proceso. Además de las interrupciones una causa profunda de la pobreza institucional es el lábil ordenamiento jurídico que se adapta a los requerimientos del gobierno de turno: así Santiago reformó su Constitución una notable cantidad de veces (en 1986, 1997, 2002 y 2005). El régimen electoral, por su parte, en estas décadas nos muestra sobrados ejemplos de cómo se puede manipular la normativa para favorecer a la clase gobernante. La improvisada “ley de lemas” de 1991 se sancionó un mes antes de la fecha de los comicios, e impidió que el candidato más votado (el radical José Zavalía) accediera a la gobernación habiendo obtenido 133 mil votos contra los 84 mil del segundo. La ley sirvió para zanjar artificialmente una interna peronista y proclamar como primer mandatario a Carlos Mujica. En la reforma constitucional de 1997, el juarismo, además de implementar la reelección, creó un sistema por el cual, más de la mitad de los diputados provinciales se elegían por “circunscripciones”, las que consistían en el agrupamiento arbitrario de departamentos en que el oficialismo era fuerte electoralmente con otros en los que era débil. En esa elección el oficialismo se aseguró los dos tercios del parlamento.
La Constitución de 2005 eliminó la ley de lemas y las circunscripciones, pero el sistema electoral rápidamente se deformó con la implementación de un sistema de “colectoras”, por el cual varias listas legislativas tenían un sólo candidato a gobernador (Zamora), práctica por la cual el oficialismo distribuía sus bancas en la Cámara, asegurando por ejemplo en 2009 el primer, segundo, tercer y cuarto lugar en las elecciones parlamentarias (Frente Cívico, Frente Compromiso Social, Corriente Renovadora y Frente Justicialista para la Victoria). Así se dio el fenómeno por el cual las “minorías” parlamentarias estaban constituidas por representantes del propio oficialismo. En la Provincia de Tucumán ocurre exactamente lo mismo con los famosos “acoples” que saltaron a la opinión pública nacional en los cuestionadísimos comicios que coronaron a Juan Manzur como gobernador de esa provincia en 2015.
Entre las múltiples explicaciones posibles de la raíz del autoritarismo enquistado en las prácticas políticas en Santiago del Estero seguramente aparecerá el culto al liderazgo carismático fundado en una sociedad paternalista, pero sobresale aún más la estructura económica centralizada en el aparato estatal como el principal elemento reproductor de las lógicas autoritarias. En las últimas décadas, aparecen asociaciones muy eficientes entre el poder político vertical y el poder económico, en una simbiosis casi perfecta. La provincia tiene como principal ingreso las partidas que recibe de la Nación y prácticamente reduce su actividad a administrar esos fondos (Santiago es la provincia con el menor producto bruto del país).
El Estado concentra así la mayor parte de la población económicamente activa, con centenas de miles de personas que dependen exclusivamente de la provincia (bajo la forma del empleo público, planes sociales, contratos de locación de servicios, subsidios discrecionales, etcétera). El poder económico, por su parte, está representado por un puñado de empresarios que se reservan los principales rubros del sector privado (construcción, servicios financieros, energía, seguros, hotelería, casinos, medios de comunicación, etcétera) y capitalizan los recursos asignados discrecionalmente por el Estado, los que retornan – entre otras formas – con aportes proselitistas que incluyen dinero, parque automotor y logística para el oficialismo en todas las elecciones. De esta forma, los ilimitados fondos con que cuenta el oficialismo para “hacer política” construyen el escenario ideal para mantener un aparato clientelar que las gestiones del zamorismo procuraron acrecentar de la mano del aumento de partidas nacionales, apuntalando aún más el régimen.

El régimen se profundiza

En la etapa que comienza con el primer gobierno de Gerardo Zamora en 2005, la estructura autoritaria y vertical ha crecido incluso a niveles inéditos. Zamora, radical devenido kirchnerista, eliminó el sistema binario que mantuvo el juarismo entre peronismo-radicalismo, en el cual se reservaba el gobierno provincial para los primeros y algunos municipios para los segundos, y erigió un espacio capaz de absorber a cualquier facción política con intenciones de ocupar espacios de poder.
A la permanente limitación de los derechos políticos, a través de forzadas reformas electorales e institucionales, se le suman la censura a la prensa y el ataque a la libertad de expresión. El control absoluto sobre los medios de comunicación hizo que desaparecieran de aquellos las secciones políticas o de discusión y que se bloqueara el acceso a los medios a los dirigentes opositores, reservándose gran parte del aparato mediático para la propaganda de los actos de gobierno. Los medios se concentran en sectores cercanos al gobiernos, como el Grupo Ick (El Liberal, Canal 7, Diario Panorama, Canal 14, TIC) y el Grupo Cantos (Nuevo Diario, LV11, Revista Cambio), secundados por los medios dependientes de Cable Express. Las voces opositoras, por el contrario, aparecen esporádicamente en publicaciones voluntaristas, representadas mayormente por sitios de internet (Visión Santiago, Última Hora, Arena Política, Código Rojo, Escrachalos, entre otros), pero siempre con limitados recursos y sujetos a permanentes ataques desde el aparato oficial, lo que hace difícil que se sostengan en el tiempo. Ocasionalmente aparecen coberturas de medios nacionales sobre noticias con la suficiente entidad para llamar la atención del país.
Más allá de los límites a la libertad de prensa, las manifestaciones populares fueron reprimidas por el gobierno con una violencia excesiva. Una protesta policial en 2006 terminó en un acuartelamiento y la aparición de grupos de choque oficialistas con la orden de incendiar la Jefatura. Ante los reclamos salariales de médicos del sistema público, en 2010, la guardia de infantería militarizó el Hospital Regional para controlar a los manifestantes. En 2016 reclamos de docentes de toda la provincia fueron reprimidos duramente y los dirigentes perseguidos policialmente. Además el gobierno desplegó las fuerzas de seguridad a lo largo y ancho de la provincia para evitar que los manifestantes llegaran al centro de la Capital.
En un esquema político como éste, los pesos y contrapesos republicanos entre los poderes del estado no pueden sino estar desbalanceados. En la Cámara de Diputados el oficialismo posee un bloque de 34 de los 40 legisladores, con un diseño constitucional y electoral que garantiza al ejecutivo la mayoría del cuerpo y donde los pocos diputados opositores están muy limitados en sus funciones.
El Poder Judicial reacciona inmediatamente ante los requerimientos del poder político. Así sucedió con los linchamientos político-mediáticos de Julio Alegre, el díscolo socio político de Zamora procesado en cinematográficos hechos de corrupción; la condena de Chabay Ruiz, uno de los últimos opositores con poder dentro de la provincia; el encarcelamiento de médicos por homicidio culposo durante las huelgas por mejoras salariales; la detención del periodista Juan Pablo Suárez por subir a las redes un video de los abusos policiales acusándolo de sedición y aplicándole la “ley antiterrorista”; el encubrimiento de casos como el salvaje asesinato del niño Marito Salto cuando comenzaron a aparecer involucrados dirigentes políticos, agentes de la policía y vínculos con el narcotráfico; entre muchos otros ejemplos.
Pero también los tribunales se mostraron útiles para manipular el texto de la Constitución provincial según la conveniencia del “hombre fuerte”. El caso más extremo se dio cuando un Juzgado Civil y Comercial habilitó a Zamora a perseguir un tercer mandato consecutivo aunque la carta magna prohibía expresamente esta posibilidad. La decisión judicial fue automáticamente confirmada por la Cámara de Apelaciones y por el Superior Tribunal de Justicia provincial. Prosperó hasta que la Corte Suprema de la Nación la frenó a tiempo en un fallo aleccionador. El golpe que sufrió la imagen de Gerardo Zamora a nivel nacional en ese momento fue tan grande que todo el aparato propagandístico tuvo que reaccionar para mostrar la fortaleza del gobernador. Lo hizo a través de solicitadas y noticias de apoyo, que incluían a gremios, comisiones directivas de clubes deportivos, e incluso a la Universidad Nacional.

Una política de obras

Ahora bien, así como el zamorismo fue exitoso en crear un aparato político que se muestra sin fisuras, también fue bendecido con cierta buena fortuna al gobernar en momentos históricos en que los fondos de la Nación eran cuantiosos. De esta forma el Frente Cívico construyó un discurso político basado casi exclusivamente en la obra pública. Las construcciones faraónicas en una de las zonas más pobres del país serán los grandes hitos que marquen estas gestiones, como el Autódromo de Termas de Río Hondo, el Aeropuerto en esa misma ciudad, las suntuosas torres inteligentes del complejo Juan Felipe Ibarra, el Tren al Desarrollo (que pareciera un remedo patético del “Monorriel” de Los Simpsons), el Centro de convenciones Forum, etcétera. Casi todas estas obras fueron impugnadas por serias denuncias de sobreprecios.
Pero, a pesar de los importantes recursos federales que recibe Santiago del Estero – muy favorecida con relación a otras provincias-, los pocos datos confiables arrojan resultados muy pobres en los principales indicadores sociales, manteniéndola entre las peores del país, siempre por debajo de la media nacional. Esta provincia tiene a la mitad de su población bajo la línea de pobreza (50,2% según el IPYPP y 51,1% según Evaluecon en 2014), descartando la última medición del INDEC kirchnerista que en 2013 daba la insólita cifra de 4,8% en mediciones manipuladas, o la increíble declaración de Gerardo Zamora que ese mismo año afirmó que no había más pobreza en Santiago que en la Ciudad de Buenos Aires (La Nación, 2/12/2013).
En 2010, según el Censo Nacional, el 24,8% de la población no tenía acceso al servicio de agua y más del 80% de los habitantes no tenía cloacas. La remuneración promedio de trabajadores formales del sector privado en Santiago es la más baja a nivel nacional, y el ingreso per cápita es el tercero más bajo. La provincia tiene el salario docente más bajo de Argentina (a septiembre de 2015), así como también es la que menos presupuesto invierte en educación, el 24,3% (CGECSE del Ministerio de Educación de la Nación, 2014).
Ésta es la provincia que menos invierte en primera infancia: $3.431 por niño (UNICEF, 2010), lo que se relaciona con elevados índices de mortalidad infantil, con un 11,5 cada mil niños nacidos, por encima del promedio nacional del 10,8 (UNICEF, 2013). Un indicador que nos permite medir el grado de vulnerabilidad de la población es el de la cantidad de personas cubiertas por la Asignación Universal por Hijo (AUH), que ubica a Santiago del Estero en el segundo lugar a nivel nacional: el 49,8% de los niños reciben la AUH.
Por más que el Frente Cívico y sus asociados reprodujeron algunos de los discursos basados en derechos y de “empoderamiento” que venían de la Nación, la realidad mostró que iban en sentido contrario. El estado obtiene en la provincia su consenso sobre la base de su rol activo en la prestación de servicios en términos de clientelismo o paternalismo (“de arriba hacia abajo”), antes que en términos de ciudadanía, derechos y obligaciones. Es entonces que la generosidad del líder debe agradecerse con pleitesía. Se dan así contradicciones por las cuales, a la vez, que se hacen millonarios gastos en construcciones de edificios destinados a la salud y educación, se hacen oídos sordos y se reprimen los reclamos de los propios actores en estas áreas. Es así que en el amplio espectro de acceso a derechos y libertades básicas el estado provincial se mostró profundamente conservador y antidemocrático, además de ineficiente en la administración de los recursos.

¿Existe el cambio?

El zamorismo perfeccionó el régimen autoritario, conservador y deshonesto, haciéndolo aún más cerrado y verticalista. El origen de estos gobiernos –tan característicos no sólo en Santiago sino en todo el norte del país- está formalmente en el voto popular, pero ¿hasta qué punto podemos seguir sosteniendo que éste es un régimen democrático cuando las elecciones se convierten en un mero despliegue de fuerza de un omnímodo aparato estatal que avanza indecentemente sobre los derechos y libertades de los ciudadanos?
Hay múltiples razones por las que podemos considerar que el sistema democrático en la provincia y el voto popular en Santiago del Estero se encuentran viciados: la obligatoriedad impuesta a empleados públicos de asistir a actos proselitistas y la presión explícita de votar al oficialismo; los fondos ilimitados y sin control para las campañas electorales; los aportes de las empresas privadas que viven exclusivamente de la discrecionalidad de la asignación de recursos que retornan en épocas de campaña; el monopolio del uso de los medios de comunicación por parte del oficialismo; la creación por parte del gobierno de partidos alternativos al Frente Cívico para captar votos que de otro modo irían a la oposición (como el “Frente Popular” que en 2013 aseguró al oficialismo la tercera banca de senadores); el ejército de autos oficiales y para-oficiales que le garantiza al gobierno para los días de elecciones produciéndose un acarreo masivo de personas a votar; la existencia de lugares en la provincia donde sólo están disponibles boletas oficialistas; el infame reparto de bolsas con alimentos a cambio de votos en el día de los comicios; la utilización de recursos de la provincia para colocar carteles y afiches en cada rincón de Santiago tapando inmediatamente cualquier aviso opositor; el control total por parte del gobierno de la Justicia Federal con competencia electoral; el manejo de grupos de choques reclutados de barras bravas de clubes de fútbol; y así la lista continúa largamente.
Santiago no será una dictadura, pero al mismo tiempo está muy lejos de ser una verdadera democracia.