El martes 18 de abril Mauricio Macri convocó a 13 gobernadores de provincias para firmar un convenio de “modernización del Estado”. En la oportunidad hubo detalles llamativos, una de las fotos que ilustra esta nota muestra a 4 Jefes de Ejecutivos del norte del país junto a Macri con caras de poca felicidad. Se destaca en ella (fotografía) Claudia Ledesma Abdala mirando hacia otro lugar, como ausente, obviamente sin entender nada sobre la modernidad referida.
Los dichos de Mauricio Macri y el detalle de ubicar a estos personajes a sus siniestra quizás no sean casualidad, ese rincón aloja a Lucía Corpachi, Gildo Insfrán, Juan Manuel Urtubey y a “ELLA”, el presidente sobre la marcha dispara dichos que parecen aludirlos directamente. “La intervención nociva de la política transformó al Estado en un aguantadero”.
Tremendo mensaje cargado con una bala que le pica cerca a la gobernadora santiagueña ya que ella misma es un producto de ese “Estado aguantadero”, puesto que llegó al lugar que ocupa sólo para que su marido no pierda el control del Ejecutivo provincial.
Como contracara otra fotografía nos da de frente con la realidad local. La instantánea del ministro de Salud a cuyas espaldas se ve un semi erguido rancho con paredes de adobe, techo de paja cubierto con nylon y un panel solar dan cuenta que después de 12 años la modernización no sólo no ha llegado, sino que se ha instalado el atraso para que el asistencialismo pueda socorrer a las almas desgraciadas sólo en épocas electorales.
El llamado del presidente la degradante postal no podría haber sido más justo y los convidados al mitín nunca mejor elegidos, son quizás los gobernantes que más utilizan el sistema de “la pobreza necesaria” que tan bien distribuye Claudia Ledesma Abdala como continuidad de una lógica política implementada por su mentor.
En esos dos puntos tan equidistantes uno del otro (Santiago del Estero-Buenos Aires) se ven claros los resultados de las políticas utilizadas desde siempre para con los santiagueños. El matrimonio real tuvo tiempo para cambiar la miserable herencia recibida del Juarismo, pero eligió continuar con el sistema al que ayer en Casa Rosada denostaron diciendo que “detrás de cada trámite hay una necesidad, una familia, una persona esperando una solución, hay un sueño que se traba o un proyecto que no avanza”.
Cuestión por la que quizás el poder bicéfalo local entienda que todavía falta mucho por hacer, como si 12 años no fuesen nada. La máxima autoridad del ejecutivo local y Gerardo Zamora utilizan la prevenda para mantener cautiva a una sociedad que siempre necesite del ocasional y oportunista omnipresente poder estatal. Es en ese caso que cuesta entender que mientras el gobierno nacional habla de ‘MODERNIZAR”, desde la administración local se envía a la cartera de salud a los ranchos a vacunar “tal como lo instruyó la gobernadora Claudia Ledesma Abdala de Zamora”.
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